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miércoles, 25 de abril de 2018

La vida es una partida misteriosa (Africanus) (Crónica de mis 100km en China/ I Parte)

Corría el mes de marzo. Estába deleitándome con unas imágenes de mi apreciado Carlos Ultrarun, en Facebook, cuando una de ellas, bellísima, me traspasó. Hice un comentario sobre la foto, de esos que permite la red social , sólo con una onomatopeya: "ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh". No me salían las palabras para explicar, lo que me provocaba esa imágen, y que fuera el reflejo de una carrera de ultradistancias. Pero Carlos, tal vez, supo apreciar ese decir mío, y en minutos tenía su mensaje privado, invitándome a correr por esos lugares. Se trataba de un ultramaratón de 100 km, nada más ni nada menos que en China. Estábamos a poco más de un mes de la fecha de la competencia. Todo se me vino a la mente: el entrenamiento, China, Guilín,  el viaje, cuantos días, el dinero, el trabajo, Tasha, y mil cosas mas que pronosticaban más, un seguir mirando fotos, que un desafío a más de 18.000km de casa.



Hay cosas que no se pueden explicar. Creo que así, son las cosas de Dios. De todas maneras trataré de hacerlo lo mejor posible. El asunto es que con la fuerza y el cariño de muchas personas, en poco menos de dos semanas todo se dió vuelta, y tenía más posibilidades de plantarme en la línea de largada de China Ultra100km, que de seguir mirando imágenes en mi computadora. Y todo eso que me llevaba siempre, mas de medio año, gestionar, para concretar un desafío, se resolvió a los pocos días. La dirección de mis entrenamientos las ajustó con inteligencia y pasión, mi profe Julián Etchegaray, y con el Norte claro: China Ultra100km. Guilín. La rifa solidaria comandada por mi bello Grupo de Entrenamiento: El Grupo de Segu, y quienes sin conocerme o sí, colaboraron comprándola. El apoyo contundente del Municipio de Olavarría. La mano tendida de la Familia Vazzano y la Familia De La Quintana. Mi brillante Natalia Almada, que me inspira y me arenga a dilucidar mi vida, para abrirme a los días sin temor y con coraje. ProRun, leal e inalterable lazo a través de los años. Sergio Siadore, un gran amigo mío y de todos mis desafíos. NOAF completando  todo mi armamento para la batalla, como siempre, como cada vez que voy a una de ellas. Mi amigo El Negro, (el tutor) que cuidó fielmente de mi amada Tasha. Luiz que entre otras cosas me enseñó a usar el metro en Hong Kong con eficiencia. Adrián...Adrián que tiene un párrafo aparte. Mis hijos, que crearon puentes de amor con sus palabras, con sus abrazos, con sus besos, con sus risas y que estuvieron conmigo metro a metro, batallando esos 100km. Todos esos gestos iban provocándome más amor y más confianza a lo que para mí, era volver a correr, volver a plantarme en una línea de largada después de cuatro años larguísimos.



Fueron días de recibir mucha ayuda, mucha comprensión, muchas esperanzas. Fueron días que jamás voy a olvidar. Fueron días que me dejaron una enseñanza cabal: Hay que hacer las cosas que uno quiere con fe. Hay que hacer las cosas que uno quiere con alegría. Pero por sobre todas las cosas hay que ser agradecido y actuar en consecuencia. O sea hay que dar. Hay que ser parte del mundo que se erige solidario. No hay que romper esa cadena, hay que alimentarla. Hay que sumarse. Van a ver cómo, a lo largo de la crónica, que todo lo que me sucedió pertenece, y hoy está dedicado a esa parte del mundo.

Cuando estaba en la cola en la Embajada de China, para hacer la visa, con todos los papeles que me pedían, me armé de paciencia. La cola era larguísima. Iba a llevar un tiempo ahi. En un movimiento, miro sobre mi hombro y observo a un señor que como yo, tenía un folio con toda la documentación, y que dejaba ver el formulario que teníamos que llevar completado, con su foto pegada. Me dí cuenta, entonces, que yo no había pegado la foto y le digo preocupada: "No pegué la foto!!!" Y con voz muy tranquila me contesta: "No te hagas problema, adentro hay para pegar. Vengo siempre. Viajo seguido" ...y fue así que entablamos una cálida conversación  que ni yo iba a imaginar donde iba a terminar. Fue mas o menos asi:

Yo: Viajás seguido a China?
Adrián: Vivo allá!
Yo: Ahhhhhhhhh! Asique vivís en China? Hace mucho?
Adrián: Un par de años (creo que me dijo). Vivo en Guilín.
Mi cara se transformó. Ustedes mientras leen, sabrán imaginarme. Todo mi ser se transformó, y entonces arremetí con más preguntas. No podía ser una broma.
Yo: Guilín????? Pero si yo viajo para allá!!!
Adrián: Pero mirá que bueno! Es la primera vez? A qué vas a Guilín?
Yo: Si, es la primera vez que viajo a China y voy a Guilín a correr.
Adrian: Hay alguna competencia?
Yo: Si, voy a correr 100km
Adrian: (asombrado) Qué bien! Bueno, éste encuentro es de Dios, Susana, me dijo. Si hubieras estado dos lugares más adelante, o adentro de la Embajada, no nos hubiéramos cruzado. Ahora tenés un amigo en Guilín, y todo lo que necesites y pueda ayudar, contá conmigo.

Y así fue. Adrián fue un amigo argentino en Guilín, que estuvo cada vez que lo necesité...China es inmensa. Y a mí me sucedió cuando más lo necesitaba, que detrás mío, sin saberlo, tenía un amigo que estaba radicado, en una de las miles de ciudades chinas, pero justo en el mismo punto donde iba a correr.
No sé si a ustedes les pasó de tener que ir a un país, con una cultura tan extraña como sorprendente, donde sospechás que vas a estar perdido y confundido la mayor cantidad de días que salgas a vivir, y en el camino, de la nada ( o no), se te aparece otro argentino, que alimenta esa cadena solidaria de favores sin esperar nada a cambio. Es de Dios.



Me fui tan plena de esa Embajada, con tan buena energía, que cuando terminé de hacer la visa, me fui a comprar un conjunto deportivo, a una tienda en el centro, y entré en un sorteo de ropa que promocionaba el negocio, y me gané el premio!!! Ese mismo día! Es de Dios.

Volví a Olavarría. Cerramos mi entrenamiento en Sierras Bayas con cuatro ultrafondos maravillosos, uno atrás del otro. Coincidiendo con Semana Santa, corrí toda la santa semana. Pasando en uno de ellos por Colonia San Miguel, y haciendo una parada técnica en la hermosa Casa de Piedra, y recibiendo todo el cariño y bebida fresca que necesitaba, de Alejandro y Andrea. No voy a olvidar ese día. La felicidad me embargaba, como el aire que respiraba y bajaba cada día de las sierras con una sonrisa que no se me salía ni para dormir..



Llegó el día de partir. Llegué a Buenos Aires el día 6 de abril. Corrí por Puerto Madero, como para bajar lo que no pude bajar ni siquiera al día de hoy: el nivel de adrenalina. Me tocaba la piel, y sentía el mapa de las venas de todo mi cuerpo. Fuerte. Me sentía muy fuerte. Fuerte de convicciones. Fuerte de felíz. Fuerte de querida. Fuerte de paz. Fuerte. Cada uno sabe con quien va por la vida. Yo tengo fe que Dios me guía.. Me preguntaban como me animaba a irme sola tan lejos, a un país que vive tan distinto, con un idioma incomprensible. Me preguntaba porqué no corría 100km en Argentina. Y si decía que Dios me estaba llevando de su mano, cuantos me hubieran creído? Porque la fuerza con la que se abrían los caminos, no era por casualidad. Yo lo sé. Lo sé porque conozco mi historia y porque reconozco mis huellas. Recuerdo cuando desembarqué en Olavarría hace casi un poco más de dos años, pero más recuerdo cómo desembarqué. Y todo lo que le pedí a Dios entonces. Y todo lo que me cuidó y me cuida...(continuará...)


Lo que puede hacerse o no puede hacerse, depende de cómo se piensa. Si algo no puede hacerse, no hay que dejar de hacerlo, sino cambiar de forma de pensar. La legión perdida.


10 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Hermosa experiencia Su, ya te lo dije me siento muy orgulloso, sin desperdicios esta cronica

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    2. Muchas gracias querido Cruzador!!! Gracias por leerme y por cada palabra tuya. Un fuerte abrazo ultra!

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  2. Susana, quiero seguir leyendo !!! Saber còmo te sentiste, los aprendizajes que deben ser tantos , seguro, seguro. Debe ser tan lindo, tan imponente toda esa cultura milenaria. Y vos ahì , acunàndote en esa energìa !!! Si siento placer de solo leer y escuchar lo que viviste, no se si puedo imaginarme tanta belleza, ademàs porque vi algunas fotos que publicaste, y que no pasa por decir "que bella fotografia" hay algo màs en ella...por eso pienso que seguro hay algo màs . . . Quiero y supongo que los lectores tambièn seguir leyendote, disfrutando lo que viviste.
    Te quiero mucho.
    Gracias por esta crònica. Hace mucho bien, leer estos mensajes de plenitud...

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  3. Muchas gracias amiga de todos los tiempos, por estas palabras, por detenerte a leerme. Gracias por todo, y por tanto! Te abrazo tan fuerte!!!

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  4. Susy, me emociona tanto...y mas que nada los hechos que confirman los movimientos que ocurren (de Dios, perfectos y sincronizados) para potenciar la vida, la voluntad, tan en coherencia con el amor universal. Has sido y sos, en poco tiempo, una labradora de confianza,algo que es tan importante en la intención de transformación de las personas. Te abrazo!! y Por siempre: Gracias!!

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    1. Muchas gracias por tus palabras querida Florencia, mi gladiadora! Gracias a vos por la confianza, y por tanto!!! Un abrazo!

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  5. Genial el relato!!! Esperamos 2 parte

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    1. Muchas gracias Cris!!! Está cocinandose la segunda parte! Jajaja! Un fuerte abrazo ultragladiador!

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